Como todos sabréis el pasado miércoles se pronunciaron las dos palabras que todos los fieles estaban esperando desde la renuncia de Benedicto XVI:¡Habemus Papam!.
El nuevo Papa argentino, Francico I, desde siempre ha sido un alma caritativa, es decir, destaca por ayudar a los más necesitados. La materialización de esta virtud la hemos podido observar hace poco tiempo. Exactamente, el Papa se ha dirigido a todos sus compatriotas diciéndoles que el dinero que se gastarían en el viaje hasta Roma, lo donen a las personas que menos tienen.
En mi opinión, esta llamada del Papa la deben tomar como ejemplo todos los países. Con esto no quiero decir que no se vaya a ver al Papa. Por el contrario, creo que debemos escucharle y hacer lo que nos dice, ya que es hora de que nos demos cuentas que hay personas bastante necesitadas. Esta decisión no deberíamos tomarla porque nos lo han dicho (aunque siempre se empieza por algún sitio), sino porque de verdad queremos ayudar y vivir en la caridad.
Gonzalo M.
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